La inesperada y deslumbrante historia de un amor sobre hielo
Tasha sueña en colores, florece a escondidas de una familia rígida, deslumbra en el mundo del patinaje artístico sobre hielo en parejas y fantasea con alzar las alas para conseguir su libertad.
Lucas es un jugador de hockey hielo a punto de fichar por los Montreal Canadiens, un astro incandescente en el firmamento del deporte cuya única meta en la vida es perpetrar su venganza. Cuando colisionan, los acontecimientos los precipitan a un universo de sonrisas.
A veces la fuerza de los sentimientos se pierde en la debilidad de nuestros corazones. Otras, sin embargo, encuentra el camino empinado hacia la quimera de la felicidad compartida. Y, entonces, nuestras sonrisas brillan en el cosmos de los sueños alcanzados.


Entendí la importancia de las sonrisas cuando apenas tenía siete años. Fue tan brutal la sensación, tan arrolladora, que necesité más de una semana para procesar el instante, entenderlo, masticarlo y asumirlo. Quizá el dicho apunte en una dirección concreta y para muchos la mirada sea el espejo del alma, pero para mí lo es ese universo de expresiones capaces de traspasar la barrera de la contención y mostrar una riada de emociones, sensaciones y realidades ocultas en el corazón. Una sonrisa es idónea para dibujar un camino, encumbrarte a la mayor de las felicidades o arrastrarte al mismísimo infierno. Contiene la fuerza de tus pasiones, las refleja y te ayuda a compartirlas con los demás.
